Como la Terapia Asistida con Ketamina me ayudo a lidiar con el Trauma Familiar

Es muy dificil crecer sin traumas y llegar a la adultez sin problemas, a veces estos pueden llegar a ser tan fuertes que pueden moldear nuestro comportamiento a medida que avanzamos en la vida. En mi caso creo que hay muchos traumas familiares que han venido de generaciones anteriores a mi y Ahora que soy adulto me ha tocado encargarme de esta dificil herencia y enfrentarme a una decision. puedo decidir si continúo con este ciclo de trauma o si rompo este circulo. La terapia asistida con ketamina me ha ayudado a encontrar la manera de romper el ciclo y seguir adelante.

Para añadir algo de contexto, soy un hombre gay de 38 años en una relación no tradicional. Vengo de México, crecí a finales de los 80 mediados de los 90. Mi familia es muy tradicional, vagamente católica pero con grandes fundamentos machistas. Al crecer, mi padre no mostraba mucho afecto, clásica masculinidad tóxica que nunca ha sido cuestionada ni trabajada porque la generación de nuestros padres no cree en la salud mental. Nuestros padres lo reprimían todo y pensaban que sus problemas nunca tenían consecuencias en nuestra educación y nuestros crecimiento.

He sentido el peso de la tristeza de mi padre. A medida que le veo envejecer, me doy cuenta de lo duro que ha sido para él crecer como huérfano, conocemos algunas historias de su infancia y todas están salpicadas de momentos traumaticos. Ahora, como adulto, veo cómo este trauma influyó en el tipo de padre que fue, y cómo me ha afectado a mí.

He estado trabajando estos temas en terapia, pero últimamente sentía que estos sentimientos eran demasiado y estaban haciendo que me agotara más rápido y me sintiera más ansioso.
Empecé la Terapia Asistida con Ketamina y pronto iba a tener una sesión. Pensé que valdría la pena ir a la próxima sesión con la intención de trabajar algunos de estos sentimientos pesados que me ha costado procesar.

El viaje en sí es algo que hay que tratar con respeto. Al fin y al cabo, estás haciendo algo para ayudarte, estás haciendo algo por ti mismo. En los días previos a una sesión, intento no ver medios de comunicación que puedan alterarme o distraerme demasiado de mis intenciones, ya que eso podría causar algunas turbulencias en mi viaje, creo. El día del viaje, me gusta mantener la concentración, comer temprano, y nada demasiado pesado, y no demasiado cerca del viaje. Intento tener un ritual y limpiar mi espacio, tener algo de incienso y escribir en un diario mis intenciones y pensamientos antes de tomar la medicina.

La sesión suele durar una o dos horas. Hay que seguir un protocolo de seguridad y contar con un acompañante sobrio, alguien que puede estar al tanto de nuestra situacion en cualquier momento. Una vez tomada la medicina, me pongo los auriculares, la música y el antifaz. Todo listo.

Empecé este viaje con la intención de aceptar a mi padre y reconocer su trauma, asi como el trauma que siento se me ha pasado a mí. A medida que crecía hacia la edad adulta, comprendí cómo este trauma familiar tenía sus raíces en la falta de figuras masculinas positivas en mi vida y como las figuras presentes tenian razgos toxicos que me afectan en la vida diaria.

El viaje fue duro. Mientras me acostumbraba al viaje, veía imágenes de mi padre, le veía crecer. Imaginé las historias que me sé de memoria por las veces que las he oído. Lo vi crecer huérfano, lo vi en un orfanato religioso, vi sus aventuras pero también vi todo lo pesado que había detrás del hombre que es hoy. Veo imágenes de él luchando contra sus sentimientos sin expresarlos. Le veo callarse cuando no sabe cómo reaccionar. Le veo censurarse a sí mismo y a sus emociones.

Paso de mi padre a otras personas de mi vida y veo lo parecidos que son sus orígenes. Veo cómo han sufrido tantos traumas y cómo esos traumas influyen directamente en lo que son hoy y en los retos que afrontan día a día.Empiezo a sentir que mi cuerpo tiembla, empiezo a llorar, a sollozar, y siento mucha tristeza.Veo imágenes de cómo me ha afectado todo esto.

Continúo sollozando, más fuerte, siento que estoy dejando salir mucho. En mi cabeza, veía todas estas emociones, sus emociones, como una mochila, y cómo sentía que tenía que cargarlas. Me vi a mí mismo dándome cuenta de que su trauma no es mío para cargarlo. Puedo intentar ayudar, pero no es mío para cargarlo. No necesito continuar el ciclo del trauma familiar y la masculinidad tóxica, puedo romperlo y ser mi versión de lo que creo que es ser masculino y romper el trauma heredado de no saber cómo expresarme porque tengo miedo de parecer débil.

La ketamina funciona de una manera que te ayuda a poner las cosas en perspectiva. Creo que el proceso que viví ese día, ese viaje me ayudó a poner en perspectiva este trauma familiar con el que llegué. Todas esas expectativas de ser una persona que no soy, todas esas viejas ideas no son mías y no tienen por qué serlo mas.

Cuando volví a mi cuerpo, me sentí vacio. Sentí que todo este peso necesitaba salir y salió llorando. Me sentí más ligero. Sentí que ya no cargaba con un peso que no necesitaba llevar. La vida sigue siendo la misma después del viaje. Mi padre sigue siendo la misma persona. Yo sigo en el mismo cuerpo y en el mismo lugar, pero la perspectiva que tengo sobre el tema que quería afrontar es diferente. Comprendo mejor partes de mí mismo y eso es un paso más hacia sanar internamente.

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